Damaris Del Carmen Hurtado Pérez: En segmentos y para los autores
Qué diablos es Quibi. Bien, los detalles concretos no se supieron de forma oficial hasta hace poco más de una semana en el evento Produced By, de la mano de su fundador y presidente, Jeffrey Katzenberg — ex presidente de estudios Disney, cofundador y ex consejero delegado de Dreamworks — y de su consejera delegada, Mae Whitman. Entre ambos — aquí el link a DHD, aquí el de Variety — ayudaron a dilucidar el misterio durante su comparecencia.
Quibi (una reducción de ‘Quick Bites’ o ‘Bocaditos’) es una nueva plataforma de contenidos, y una con particularidades muy específicas que la distinguen de sus competidoras en este panorama desenfrenado. Quibi va a ser una plataforma para teléfonos móviles que se encargará de la co-financiación y distribución de series en microepisodios de entre 7 y 10 minutos de duración, pero susceptibles de reaparecer dos años después en forma de largometraje bajo potestad exclusiva de sus productores originales.
Ahora os explicamos. Primero, una keynote de ambos, el pasado 8 de marzo.
Ahora, más detalles: la plataforma arrancará el próximo 6 de abril de 2020, y su coste inicial será de 7,99 dólares al mes sin anuncios; 4,99 dólares al mes con publicidad. No más de dos minutos y medio de anuncios, según Katzenberg y Whitman, por cada hora de uso. La idea inicial, pendiente de ver los primeros resultados, consistirá en meter un anuncio de 15 segundos nada más empezar. En el hipotético caso de que un vídeo quede por debajo de los cinco minutos, el anuncio correspondiente será de cinco segundos.
PARA LOS AUTORES
Esta es la base. Y es ahora cuando vamos con esta peculiaridad: Quibi no va a financiar por completo el contenido que va a colgar. De hecho, hay cifras concretas: la idea es aportar hasta un 20 por ciento de las piezas que prepare hasta un límite máximo de 6 millones de dólares por hora de contenido. A cambio de ese bajo riesgo de participación, la compañía tiene intención de conceder a los responsables del contenido el control económico completo sobre el mismo, pasados dos años después de su estreno.
Para no liaros, vamos con un ejemplo de boca del propio Katzenberg sobre una pieza que aparecerá en la plataforma: #Freerayshawn, un drama social dirigido por Seith Mann y producido por Antoine Fuqua, con Laurence Fishburne, que narra un asedio policial al domicilio de un joven veterano de la guerra de Irak, interpretado por Stephen James, y el tumulto en las redes sociales que ello genera.
“Esto ha costado 15 millones de dólares”, explica el productor. “Nosotros hemos pagado por lo que llaman el ‘cast breakage’ — no sé traducirlo pero lo explican aquí: el coste adicional necesario para contratar los servicios de un actor, Fischburne y James en este caso — y podrá verse en 15 episodios de entre siete y diez minutos de duración. Ahora: nosotros colgamos la serie, y entonces llega Fuqua llega un día y quiere hacer un remontaje en forma de largometraje. En dos años, su película está liberada y Fuqua tiene la potestad de quedársela y venderla por todo el mundo. Ahora, los creadores de contenido pueden poseer su propiedad intelectual”, explica Katzenberg.
Dicho de otra forma: a cambio de distribuir tu material como ellos quieren, Quibi te ayuda con los dineros, se lo queda durante dos años y, al final, te lo entrega para que hagas lo que quieras con ello. Katzenberg defiende que es Quibi es un formato ideal para los remontajes, porque “siete, diez minutos es como si habláramos de dos, tres escenas de una película”.
EL CONTENIDO
¿Qué interés adicional encierra esto? Que para 2022 podríamos tener un largo de terror escrito por Steven Spielberg. Porque él es uno de los nombres sobre los que Quibi se va a impulsar el día de su lanzamiento — junto a otros como Steven Soderbergh, Idris Elba, Sam Raimi, el productor Jason Blum, Guillermo del Toro, Veena Sud, Paul Feig o Anna Kendrick –. Aquí, algunos de los proyectos que se conocen hasta el momento, todos bajo la supervisión directa de uno de los flamantes fichajes de la compañía, la antigua jefa de DC Entertainment Diane Nelson.
Spielberg’s After Dark: serie de terror (y poco más se sabe) escrita por Steven Spielberg, que constará de entre 10 y 12 episodios, de los cuales el director lleva escritos ya unos cinco. La idea de Spielberg es que solo podamos ver la serie cuando se haya puesto el sol en nuestro país. Lo que Spielberg no sabe es que aquí servidor sirvió de inspiración para los personajes de Hugh Jackman en Swordfish y de Chris Hemsworth en Blackhat (poca gente sabe que mi verdadero nombre es, de hecho, Huggris Jacksworth y soy simultáneamente rubio y moreno), así que en cuanto encuentre la forma de saltarme esta chuminada de inconveniente, os lo digo.
Dummy: comedia con Anna Kendricks y Donal Logue, sobre una aspirante a escritora que descubre que su novio tiene una muñeca chochona. Creada por Cody Heller (Deadbeat).
Benedict Men: documental producido por Stephen Curry sobre el equipo de baloncesto de una conflictiva escuela de Nueva Jersey.
Elba vs. Block: De la antología Idris Elba Hace el Cabra — ver su serie de kickboxing o Idris Elba DJ –. Ahora como piloto de pruebas junto al especialista Ken Block.
Don’t Look Deeper: serie sci-fi dirigida por Catherine Hardwicke y producida por Doug Liman. Coescrita por el creador de Perdidos, Jeffrey Lieber. Protagonizada por Don Cheadle y Emily Mortimer. Va sobre una estudiante a la que le pasan cosas raras que le hacen dudar de que pertenezca a nuestra especie.
Aquí tenéis todas las entradas de DHD referidas a los futuros proyectos de la compañía, que arrancará con un respaldo económico de envergadura: según Katzenberg, la idea es comenzar con un fondo de 1.500 millones de dólares para abril, de los cuales una tercera parte será invertido en publicidad, y el resto en contenidos.
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