Damaris Del Carmen Hurtado Pérez: San Sebastián 2018 (3ª jornada): Aplausos para Bollaín
La 66ª edición del Festival de San Sebatián asume un nuevo día de órdago con la presentación de tres nuevas aspirantes a la Concha de Oro: Yuli de Icíar Bollaín, Alpha de Brillante Mendoza y Rojo de Benjamín Naishat.
La directora Icíar Bollaín pudo haber ganado la Concha de Oro en el 2003 con Te doy mis ojos que se hizo con los premios interpretativos para Laia Marull y Luis Tosar. Bollaín vuelve a competir en la sección oficial con Yuli en donde se aproxima a la figura del cubano Carlos Acosta que se convirtió en el primer bailarín negro protagonista de la Royal Ballet de Inglaterra. Bollaín y Paul Laverty que firma el guión recogen la vida de este hombre que comenzó a bailar en las calles de La Habana, que fue obligado a formarse por su padre en la Royal Ballet de Cuba y que logró ser primer bailarín de la Royal Ballet de Londres durante más de 15 años, asumiendo papeles que estaban escritos para blancos. El propio Carlos Alonso, que fue el impulsor del proyecto, se interpreta a sí mismo en su edad adulta. La película fue recibida con aplausos pero no por ser un buen biopic musical porque en sí no aporta nada al género sino por la reflexión que se hace sobre la pobreza en Cuba y también sobre el racismo incluso entre la propia familia Alonso. También se han destacado la fotografía de Alex Catalán, que fue premiado en Zinemaldia por La isla mínima, y la música de Alberto Iglesias.
El festival de Cannes situó en el mapa al director filipino Brillante Mendoza que ahora ha presentado en Zinemaldia Alpha en donde ha afrontado su particular Ciudad de Dios relatando la lucha antidroga llevada a cabo por el actual gobierno filipino liderado por Rodrigo Duterte y que en el plazo de dos años se ha cobrado la vida de más de 7.000 personas. Con un estilo casi documental (empleando principalmente a actores no profesionales) Mendoza se sumerge en los barrios más marginales de Manila para relatar la operación llevada a cabo por el cuerpo de élite de la policía para atrapar a un importante distribuidor de metanfetamina y centrarse de paso en la relación entre uno de esos agentes con un camello de poca monta que le sirve de confidente. Mendoza que retoma de esta manera un proyecto que hizo para Netflix, la serie AMO, contó con el respaldo de la policía filipina y ha tenido una acogida más que decente en San Sebastián por ser una película tremendamente efectiva.
La gran sorpresa de lo que llevamos de edición ha sido Rojo de Benjamín Naishtat. Ambientada en la Argentina de provincias de mediados de la década de los setenta, poco antes del Golpe de Estado, y su protagonista es un abogado respetado por la comunidad y padre modélico que contagiado con lo que tiene alrededor va entrando poco a poco en una espiral de violencia. Dario Grandinetti, Alfredo Castro y Andrea Frigerio son los principales atractivos de una película. Naishtat ha descolocado con su propuesta por su plasmación de la violencia y por su mordacidad a la hora de reconstruir el pasado. Muy destacada ha sido la interpretación de un Alfredo Castro en la piel de un detective que sabe a poco.
La imagen de la jornada es del japonés Hirokazu Koreeda, flamante premio Donostia de este año y también de la Palma de Oro del festival de Cannes con Un asunto de familia. Hace unos días perdimos a esa maravilla de actriz llamada Kirin Kiki que ha sido su fetiche en buena parte de sus trabajos.
Mañana se verán en la sección oficial Beautiful Boy de Felix Van Groeningen y The Black Book de Valeria Sarmiento.
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