Damaris Del Carmen Hurtado Pérez: Camino al Oscar 2019. Las impresiones de esta carrera

Hace unos días que se dieron a conocer las candidaturas para la 91ª edición de los Oscars que encabezan Roma de Alfonso Cuarón y La favorita de Yorgos Lanthimos, que se han beneficiado de diez nominaciones cada una. El próximo 24 de febrero culminará una de las carreras al Oscar menos divertidas de los últimos años que ha estado claramente dominada por el anuncio y posterior puesta en cuarentena de la categoría de mejor película popular (siguiendo los dictados de una ABC claramente preocupada por la fuga de espectadores), por una ceremonia que no contará con presentador y que enlatará algunos de sus premios, también por la condescendencia de determinados medios de comunicación ante algunas propuestas muy poco elitistas (cualquier premio que vaya a Green Book o a Bohemian Rhapsody en detrimento de Roma es directamente una ofensa) y admitámoslo de una vez por encontrarnos con una cosecha que a pesar de algunos títulos reseñables que han llegado es una de las más flojas de los últimos años.

La crítica ha encumbrado a Roma de Alfonso Cuarón. El film se impuso sin problemas en el Festival de Venecia, quedó tercera en Toronto, y ha conseguido varios hitos: es la primera producción avalada por Netflix que alcanza la nominación al Oscar de mejor película, es la primera cinta hablada en español que logra estar en la categoría reina y de las diez candidaturas a las que aspira la mitad van para Alfonso Cuarón, y pudieron ser seis porque se quedó fuera de la categoría de mejor montaje, el mexicano es quien domina claramente el quinteto de mejor dirección y a pesar de sus competidores no hay ninguno que pueda aguarle la fiesta, ni siquiera Spike Lee que ha conseguido su primera nominación al Oscar como director por Infiltrado en el KKKlan y al que la industria y la crítica consideraban muerto desde hacía años. Los críticos de Nueva York, Los Ángeles, Londres, los mediáticos Critic’s Choice y la mayoría de las asociaciones menores repartidas por Norteamérica se han decantado por Roma a la hora de premiar a la mejor producción del 2018. En cuanto al resto de películas galardonadas son especialmente destacables El blues de Beale Street de Barry Jenkins y The Rider de Chloé Zhao reconocidas por la sociedad de críticos de Boston y la sociedad nacional de críticos respectivamente que se quedaron fuera de la candidatura al Oscar a la mejor película.

Roma-Cuaron

Ha nacido una estrella de Bradley Cooper, Green Book de Peter Farrelly, Bohemian Rhapsody del innombrable en la campaña Bryan Singer, Black Panther de Ryan Coogler (la prensa norteamericana ha convertido en una necesidad su entrada en la categoría de mejor película no porque sea una película de superhéroes sino porque habla del “black power” algo que le ha beneficiado a la hora de imponerse en el SAG) e Infiltrado en el KKKlan de Spike Lee son los títulos más apoyados por la industria y que han estado presentes en la mayoría de los premios de los gremios, Ha nacido una estrella ha figurado en todos y sin embargo se ha quedado fuera de la candidatura al Oscar a la mejor dirección. El gremio de productores se ha decantado por premiar a Green Book que previamente se llevó el Globo de Oro a la mejor comedia. El film protagonizado por Viggo Mortensen y Mahershala Ali se llevó el galardón del público en el festival de Toronto y desde entonces la prensa ha tratado de derribarlo, también es verdad que lo ha tenido fácil especialmente con Viggo Mortensen a quien le da absolutamente igual todo. A día de hoy Green Book y Bohemian Rhapsody son las dos películas más odiadas de esta temporada, la primera porque no deja de ser una comedia simpaticona que habla del racismo, la versión inversa de Paseando a Miss Daisy, un producto que puede resultar caduco y al que el Oscar le quedaría grande, y la segunda porque ha sido claramente el fenómeno cinematográfico de finales de 2018, ofrece exactamente lo que el público de Kiss FM y de YouTube ha querido ver que es el Queen de los grandes estadios pero que en sí es una cinta que está muy por debajo de la banda británica y de la interpretación de un enérgico Rami Malek que tras ganar el Globo de Oro y el SAG se ha convertido en el favorito al Oscar al mejor actor.

GreenBookAliMortensen

Ethan Hawke por El reverendo y Toni Collette por Hereditary han sido dos de los intérpretes más premiados por la crítica pero que se han quedado en la cuneta en los Oscars. Ambos han sido víctimas de A24 que tras quedarse sin Lisa Taback y su equipo (la mejor consultora de campañas de la industria y principal artífice de las hazañas de Harvey Weinstein en los Oscars ha sido fichada en exclusiva por Netflix) no ha hecho absolutamente nada para promover los títulos de este año, Hawke ha hecho campaña pero ha sido insuficiente a pesar de los reconocimientos hacia su trabajo en el film de Paul Schrader y del prestigio adquirido a lo largo de su carrera.

Glenn Close por La buena esposa, Rami Malek por Bohemian Rhapsody, Regina King por El blues de Beale Street y Mahershala Ali por llevar como Dios la ropa en Green Book son los principales candidatos a las estatuillas interpretativas de esta edición. La más premiada de todos es Regina King aunque no haya sido candidata al SAG ni aspire al BAFTA, pero no parece tener ninguna amenaza en la sombra ya que el sindicato de actores prefirió galardonar a Emily Blunt por Un lugar tranquilo, precisamente a la única que no compite con King por el Oscar.

ReginaKingBealeStreet

Este es el primer episodio de una serie dedicada a analizar las principales categorías.



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