Damaris Del Carmen Hurtado Pérez: Cannes 2019. 7ª jornada: Aparece el mirlo blanco con el sello de Terrence Malick

A última hora de la tarde de ayer se levantó el embargo establecido por el certamen para sacar las valoraciones de A Hidden Life, la película con la que Terrence Malick regresa al festival de Cannes ocho años después de alzarse con la Palma de Oro por El árbol de la vida, y que también supone su vuelta a lo esencial de su obra tras sus documentales sobre el universo y sus películas con gente guapa estirando los brazos.

Con A Hidden Life Malick regresa a la Segunda Guerra Mundial tras La delgada línea roja con la que se llevó el Oso de Oro en el festival de Berlín en 1999 y que supuso su primera película tras Días del cielo estrenada en 1978. El director se centra en la historia real del austriaco Franz Jägestätter, un objetor de conciencia que se negó a luchar para los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y que terminó siendo ejecutado por ellos en el año 1943. Posteriormente fue declarado mártir y beatificado por la Iglesia católica en 2007.

El film ha provocado una profunda división entre los espectadores. Por un lado tenemos a los absolutamente cautivados por su manera de plasmar el horror de la guerra, a través de los ojos de Franz, su mujer y sus tres hijas que no ceden ante el acoso de autoridades y vecinos para que juren fidelidad al Führer, sin caer en la violencia explícita, lo hace de una manera lírica, íntima y reflexiva, buscando a Dios en medio de la barbarie para que le dé un sentido al sinsentido. Y por el otro a los que consideran que Malick ha hecho algo apabullante, con una primera hora prodigiosa pero que se pierde en querer hacer una lección de catecismo con el nazismo como telón de fondo. Muy destacables las interpretaciones de August Diehl y el recientemente fallecido Bruno Ganz, así como la dirección de fotografía de Jörg Widmer y la banda sonora de James Newton Howard. Fox Searchlight la ha comprado para su distribución en los Estados Unidos, de momento no se ha fijado su fecha de estreno, no teme tanto las críticas dispares sino el rendimiento en la taquilla y además hay que tener en cuenta que no hay estrellas en su reparto, esta vez Brad Pitt no estará en el cartel de la película y llevará a los espectadores a las salas.

Los hermanos Dardenne, ganadores de dos Palmas de Oro por Rosetta y El niño, han presentado El joven Ahmed que se centra en un chaval de 13 años sin nada estable en su vida, y que se debate entre los ideales de pureza del que le habla su imán y vivir como el adolescente que es. Ha tenido mejor acogida que Una chica desconocida presentada en la edición del 2016 y que tras las pésima recepción que tuvo por parte de la prensa fue remontada aunque de esa manera no se evitó el desastre, pero se coincide más o menos en destacar que aunque sigan narrando historias con la misma claridad y sencillez El joven Ahmed no impacta tanto como por ejemplo Dos días, una noche que fue la última gran obra de los hermanos belgas.

Si la imagen de la jornada ha sido la presencia de Terrence Malick y la ovación recibida durante la premiere de A Hidden Life. Malick no se deja ver ante los medios de comunicación. La otra tiene que ver con el homenaje no exento de protestas que se le brindó ayer a Alain Delon, a quien el festival de Cannes ha concedido la Palma de Oro honorífica.

Mañana tocará hablar de Frankie, con la gran Isabelle Huppert cada vez más encantada en su papel de icono millennial. La diva del cine francés le pondrá la zancadilla a Quentin Tarantino para que no la eclipse ya que también está por llegar la presentación de Érase una vez en Hollywood.

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