Damaris Del Carmen Hurtado Pérez: Cannes 2019. 6ª jornada: El desafinado silbo rumano

Pasada la resaca de la presentación de Dolor y gloria en el festival de Cannes y a la espera de que lleguen otros títulos esperados de esta edición como Érase una vez en Hollywood de Quentin Tarantino y A Hidden Life el regreso de Terrence Malick al cine contemplativo puro y duro después de perderse en sus últimas películas entre festivales de chunda chunda y gente guay, La Croisette asume otro día porque esto no para.

Ayer por la noche mientras se veía a Madonna actuar en Eurovisión se exhibió La Gomera del rumano Corneliu Porumboiu. El director da el salto a la sección oficial después de haberse llevado la Cámara de Oro en el 2006 con 12:08 al Este de Bucarest y estar presente en los premios de Una cierta mirada en el 2015 con El tesoro. En La Gomera se centra en Cristi, un policía corrupto que actúa como chivato de la mafia que para esquivar la vigilancia a la que es sometido se traslada a la isla canaria de La Gomera para aprender el silbo gomero y ponerse de esta manera comunicarse con la mafia y sacar de la cárcel a Zsolt, que es el único que conoce el paradero de 30 millones de Euros. El film no ha terminado de gustar a la audiencia que aunque se considere que es entretenida y que incluso tenga su encanto quiere tocar demasiados palos y al final no termina de desarrollarse del todo, para algunos lo de que esté figurando entre las aspirantes a la Palma de Oro en lugar de algunos títulos muy interesantes que se han visto en Quincena y Una cierta mirada pues resulta una tomadura de pelo por parte de los organizadores.

La directora francesa Céline Sciamma también asciende a la sección oficial después de haber estado presente en la “segunda división del certamen” con anteriores trabajos. En Portrait de la jeune fille en feu se sitúa en la Francia en los años previos al estallido de la Revolución del siglo XVIII para narrar la historia de una pintora que recibe el encargo de realizar el retrato de bodas de una joven que acaba de abandonar el convento y que tiene dudas con respecto a su matrimonio, y como la futura retratada no puede saber de la existencia de ese cuadro pues la pintora la tiene que investigar a diario y acabará enamorándose de ella. Las primeras impresiones están siendo muy buenas por ser una historia llena de sensualidad y serenidad. Adèle Haenel y Noémie Merlant son sus protagonistas.

Mañana nos tocará centrarnos en Terrence Malick y su aproximación a la Segunda Guerra Mundial a través de la historia real de un objetor de conciencia. El mejor Malick ha vuelto según las primeras impresiones.

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